La lentitud, la parsimonia y la "perdida" de tiempo, está muy poco valorada.
Para nuestra mente, es necesario que nuestra cabeza esté tranquila, en calma y decidiendo por nosotros mismos, lo que queremos decir, hacer y como actuar.
En las sociedades actuales modernas, todo hay que hacerlo rápido, el tiempo pasa muy rápido o muy corto http://desnudandomibipolaridad.blogspot.com/2019/08/relacion-tiempo-espacio-espacios-de.html aquí hablo de espacio - tiempo; pero pocas veces nos planteamos como es ese tiempo, y como lo queremos desarrollar.
Para eso, la calma, el silencio, naturaleza, sonidos de naturaleza, nos hacen vivir más despacio, si somos conscientes de un tema, que me parece muy importante, LA LENTITUD.
De esa lentitud, hace y mejor si estamos solos, sentirnos incómodos pues al estar sólo, la mente no nos para, y no me para de decir cosas.
Si seguimos los consejos de la mente, sin decir NO, volvemos a ser autómatas y esclavos de nuestra propia mente.
Que es alimentada, por pensamientos del pasado o pensamientos externos que hayamos recibido con anterioridad.
Es normal, que nuestra mente en estos casos, vaya muy rápido y nos incite a hacer, a hacer y a seguir haciendo.
Hay que decir BASTA.
Y es que, si no lo decimos, nuestra mente se pone en acción, no decidimos nosotros nos decide ella, y es fácil entrar en un estado de ansiedad, de depresión por no estar de acuerdo con nuestra propia mente que nos domina, o de salir de la realidad y ser "excesivamente" creativos, y ahí, la mente es más difícil de parar todavía.
Durante 11 años, los médicos, psicólogos, psiquiatras, me han dicho muchas cosas, pero creo que la clave, de los trastornos como el déficit de atención, es debido a que la mente también está muy alterada, y así no podemos ni trabajar, ni descansar bien, ni sobre todo vivir.
La mente y el cuerpo, nos va haciendo diferentes cosas, lesiones, dolores físicos, emocionales y todo eso, si no se va con lentitud, y aprendiendo a decir NO. Es una bomba de relojería.
Andar en casa descalzo, para estar más en contacto con el suelo. Comer lento, (y cuanto más lento mejor), hablar más despacio para saber lo que decimos (somos lo que hablamos), hablar más lento para saber qué hablamos y hablar más bajo, por si tenemos que subir la voz; e incluso hablar cuando estamos solos, para decidir una cosa u otra. O para decirle a nuestra mente, las ideas que nosotros tenemos, para reafirmar eso en pensamientos presentes y futuros; y para mejorar nuestra calidad de vida.
Durante toda mi vida, he mirado siempre al exterior, y me estoy dando cuenta que para avanzar como persona y ver nuestro interior, hay que andar, más despacio, más lento y más silencio o música ambiental.
Es cierto, que hay momentos de desánimo, pues nuestra cabeza vuelve a la misma rueda. Y es cuando por el silencio y por las palabras que nos decimos a nosotros mismo, y por la lentitud, hace que todo vaya mejor; sepamos poco o poco, y sepa por donde estoy andando, por donde tengo que andar y lo que tengo que hacer.
No es camino fácil, pues nada es sencillo en esta vida, pero sólo cuando con nuestras palabras certificamos nuestras decisiones, es cuando digan lo que digan, sabemos lo que tenemos que hacer, aunque nos equivoquemos y me equivoque, el primero.
Además, en situaciones de estrés colectivo, estaré, estaremos más preparados que cualquier persona, que no practique el silencio, la lentitud y la calma.
Ya que la mayoría de la gente, se mueve por medio de automatismos, como yo también todavía ahora, pero la reflexión, el dolor de hacia donde voy, y la velocidad que hace ser automático, no me ha llevado a nada bueno, bueno, he conocido cosas, y he hecho cosas; pero no me ha hecho darme cuenta que una vida más sosegada, haciendo lo mismo en mayor parte del tiempo, es lo mejor que puedo hacer para mi cabeza y para mi ser.
Y para evitar, volver a tener recaídas, ya que es como si la cabeza corriera muy rápido, y nosotros aceptáramos ese sprint y eso, hace tener caídas.
Y al caernos, nos juzgamos y nos sentimos mal.
Y siempre tenemos derecho y deber de si caernos, levantarnos y sobre todo no sentirnos mal.
El sueño, el dormir lo adecuado, y el beber agua abundante (2-3 litros), es también otra clave, al igual que comer bien.
Para nuestra mente, es necesario que nuestra cabeza esté tranquila, en calma y decidiendo por nosotros mismos, lo que queremos decir, hacer y como actuar.
En las sociedades actuales modernas, todo hay que hacerlo rápido, el tiempo pasa muy rápido o muy corto http://desnudandomibipolaridad.blogspot.com/2019/08/relacion-tiempo-espacio-espacios-de.html aquí hablo de espacio - tiempo; pero pocas veces nos planteamos como es ese tiempo, y como lo queremos desarrollar.
Para eso, la calma, el silencio, naturaleza, sonidos de naturaleza, nos hacen vivir más despacio, si somos conscientes de un tema, que me parece muy importante, LA LENTITUD.
De esa lentitud, hace y mejor si estamos solos, sentirnos incómodos pues al estar sólo, la mente no nos para, y no me para de decir cosas.
Si seguimos los consejos de la mente, sin decir NO, volvemos a ser autómatas y esclavos de nuestra propia mente.
Que es alimentada, por pensamientos del pasado o pensamientos externos que hayamos recibido con anterioridad.
Es normal, que nuestra mente en estos casos, vaya muy rápido y nos incite a hacer, a hacer y a seguir haciendo.
Hay que decir BASTA.
Y es que, si no lo decimos, nuestra mente se pone en acción, no decidimos nosotros nos decide ella, y es fácil entrar en un estado de ansiedad, de depresión por no estar de acuerdo con nuestra propia mente que nos domina, o de salir de la realidad y ser "excesivamente" creativos, y ahí, la mente es más difícil de parar todavía.
Durante 11 años, los médicos, psicólogos, psiquiatras, me han dicho muchas cosas, pero creo que la clave, de los trastornos como el déficit de atención, es debido a que la mente también está muy alterada, y así no podemos ni trabajar, ni descansar bien, ni sobre todo vivir.
La mente y el cuerpo, nos va haciendo diferentes cosas, lesiones, dolores físicos, emocionales y todo eso, si no se va con lentitud, y aprendiendo a decir NO. Es una bomba de relojería.
Andar en casa descalzo, para estar más en contacto con el suelo. Comer lento, (y cuanto más lento mejor), hablar más despacio para saber lo que decimos (somos lo que hablamos), hablar más lento para saber qué hablamos y hablar más bajo, por si tenemos que subir la voz; e incluso hablar cuando estamos solos, para decidir una cosa u otra. O para decirle a nuestra mente, las ideas que nosotros tenemos, para reafirmar eso en pensamientos presentes y futuros; y para mejorar nuestra calidad de vida.
Durante toda mi vida, he mirado siempre al exterior, y me estoy dando cuenta que para avanzar como persona y ver nuestro interior, hay que andar, más despacio, más lento y más silencio o música ambiental.
Es cierto, que hay momentos de desánimo, pues nuestra cabeza vuelve a la misma rueda. Y es cuando por el silencio y por las palabras que nos decimos a nosotros mismo, y por la lentitud, hace que todo vaya mejor; sepamos poco o poco, y sepa por donde estoy andando, por donde tengo que andar y lo que tengo que hacer.
No es camino fácil, pues nada es sencillo en esta vida, pero sólo cuando con nuestras palabras certificamos nuestras decisiones, es cuando digan lo que digan, sabemos lo que tenemos que hacer, aunque nos equivoquemos y me equivoque, el primero.
Además, en situaciones de estrés colectivo, estaré, estaremos más preparados que cualquier persona, que no practique el silencio, la lentitud y la calma.
Ya que la mayoría de la gente, se mueve por medio de automatismos, como yo también todavía ahora, pero la reflexión, el dolor de hacia donde voy, y la velocidad que hace ser automático, no me ha llevado a nada bueno, bueno, he conocido cosas, y he hecho cosas; pero no me ha hecho darme cuenta que una vida más sosegada, haciendo lo mismo en mayor parte del tiempo, es lo mejor que puedo hacer para mi cabeza y para mi ser.
Y para evitar, volver a tener recaídas, ya que es como si la cabeza corriera muy rápido, y nosotros aceptáramos ese sprint y eso, hace tener caídas.
Y al caernos, nos juzgamos y nos sentimos mal.
Y siempre tenemos derecho y deber de si caernos, levantarnos y sobre todo no sentirnos mal.
El sueño, el dormir lo adecuado, y el beber agua abundante (2-3 litros), es también otra clave, al igual que comer bien.
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