Me he dado cuenta, de un tema, con relación de tiempo - espacio que es evidente, hay tiempo que parece más largo y otro que parece muy corto.
Esto, se debe a varios factores, pero creo que es predominante nuestra situación emocional, el lugar en el que nos encontramos, con la persona /s que estamos y como vivimos este instante...
Por ejemplo, si a una persona le gusta bailar, la relación espacio-tiempo, será menor si esta va a bailar y si está en condiciones optimistas del baile, el tiempo será menor.
Si una persona no le gusta la actividad que realiza, el tiempo será mayor que el que es en realidad.
Sin embargo, esto que es evidente; se puede transformar a nuestro pensamiento y existencia, en varias cosas.
Primero, tanto una situación gratificante, como una situación de extrés o de manía, sobrepasan el tiempo en su minimización, con respecto a esta persona.
Una situación de juicio, de desmoralizacíon y de desgana- depresión; aumenta el espacio-tiempo, en contra de lo que la persona quiere que pase. De ahí, que el depresivo, o persona depresiva cuando estamos en esta fase, las horas son eternas ...
Pero hay otra cuestión muy curiosa, y es que si andamos y vivimos más despacio, con menos prisa, y más tranquilos, con más calma y más lentos en movimientos.
Nuestra mente, no para de darnos señales y marcas de lo que debemos hacer y si seguimos esa pauta de no seguir ese ritmo y vivir lo más sosegado, lo más suave posible y lo más tranquilos. La relación espacio-tiempo, también se rompe.
Es curioso, porque al romperse esa relación espacio-tiempo, se pierde noción tiempo (si no nos fijamos en el reloj), y se cumple el tema de mindfulness que no es más que ese espacio tiempo presente.
Aparte de vivir en presente continuo, en los instantes presentes; poco a poco, te das cuenta, que vas vaciando esa botella, que es nuestra cabeza, quitándole agua (información), para poder tener mas hueco mental, no desbordarnos. Tener las cosas más claras, eliminando la barrera del miedo, del no puedo y de la adversidad.
También, recomiendo que en estos espacios, se realicen algun rato cada día, pues es sorprendente, como nos domina la cabeza, con pensamientos externos por la velocidad que llevamos. Al vivir, más despacio, más tranquilo y sin prisa (ni objetivos, ni pensamientos a futuro por la cabeza ...), vas haciendo las cosas, al ritmo que las tienes que hacer, no te sientes frustrado, el tiempo se convierte en real y sobre todo aconsejo, que si lo hacen, pongase música tranquila relajante, o ambiental; se dejen llevar, por lo que quiera su corazón, la cabeza al principio dice mucho, y luego se silencia; con el tiempo con el espacio converjen.
Además, si la relación espacio-tiempo, la vivimos con lentitud, podremos cuando necesitemos vivir muy rápido tener esa velocidad necesaria, al tener más hueco en la cabeza.
Si no lo hacemos así, al vivir con más intensidad, en situaciones malas de nuestra vida, nos desbordaremos, y quizá tengamos que volver al hospital ...
Y ya sabemos todos, que cuanto menos ingresos ... Mejor ... aunque si no queda otra, es donde mejor podemos estar, hasta nuestra recuperación.
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